Lignes quotidiennes

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Dernier ouvrage paru : L'Algérie en 100 questions. Un pays empêché (Tallandier, 2019)

mardi 11 février 2014

UN VIAJE AL PAÍS DE TODOS LOS EXILIOS Y NOSTALGIAS POSIBLES

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RETOURS EN ALGÉRIE, DE AKRAM BELKAÏD
UN VIAJE AL PAÍS DE TODOS LOS EXILIOS Y NOSTALGIAS POSIBLES
Atalayar n°6, septiembre (septembre) 2013
David Alvarado

El último libro de Akram Belkaïd versa sobre varios retornos.
El suyo, por supuesto, pero también el de otros franceses,
antiguos repatriados del contingente de pied-noirs que
tuvieron que abandonar el país tras la proclamación
de la independencia argelina. Un libro polifónico y,
paradójicamente, intimista, que narra de un modo un tanto
particular la Argelia de hoy, a través del prisma de Belkaïd,
pero también a través de las preguntas y comentarios
pertinentes de todos los participantes en tan particular
periplo. Una obra plagada de sentimientos no limitada a la
emoción. Belkaïd va más allá, adentrándose en el terreno
del análisis, buscando indagar hacía donde se dirige el país
de su infancia.
DAVID ALVARADO

“J’ai quitté mon pays, j’ai quitté ma maison, ma vie, ma triste
vie se traîne sans raison”, cantaba hace ya medio siglo Enrico Macías
evocando el drama de tantos franceses que, al igual que él,
con la independencia, se vieron obligados a abandonar su país,
Argelia. Un primer éxodo al que hay que unir el de los miles de
argelinos que en la década de los noventa del pasado siglo huyeron
de la guerra civil y las amenazas islamistas. Akram Belkaïd,
periodista y ensayista nativo de Argel pertenece a estos últimos.
Refugiado en París desde 1995, este economista de formación
vuelve en 2012 sobre el rastro de su historia argelina, acompañado
de un grupo de lectores del semanario católico La Vie, piedsnoirs
e hijos de repatriados. Con todos ellos Belkaïd recorre el
país de su infancia y juventud, desde Tlemcén hasta Orán, desde
Constantina hasta Annaba, desde Tibhrine hasta Argel, tomando
el pulso a una tierra que despierta en tan particulares viajeros
todo tipo de sensaciones y fantasmas.
Cuando los actores de los dos exilios se encuentran en el aeropuerto
de Orly y ponen rumbo a su tierra natal se inicia el viaje
de todas las nostalgias y regresos posibles. Retours en Algérie (‘Retornos
en Argelia’) es un cuaderno de viaje, lleno de testimonios,
que sucede durante el cincuenta aniversario de la independencia
argelina. Una onomástica a caballo entre la esperanza que destila
esa gran masa joven de población llena de energía y la decepción
de un pueblo que ya no cree en los grandilocuentes lemas llegados
con la “libertad” de Francia. Akram Belkaïd nos presenta un
emotivo relato que describe el encuentro entre franceses avergonzados
de su pasado colonizador y argelinos que se avergüenzan
de su presente de “país rico con población pobre”, franceses
que sueñan con Argelia y argelinos que sueñan con Francia. Un
viaje de múltiples emociones, donde cada uno encuentra su particular
historia argelina. “A pesar de todos los exilios no tenemos
más nacionalidad que nuestra infancia”, destaca Belkaïd.

"Los contactos son calurosos, espontá-"
"neos, carentes de hipocresía. El argelino es rudo pero acogedor,  quizás uno de los últimos pueblos del mundo aún no pervertido por el turismo de masas, ha- biendo guardado así una cierta inocencia, frescura y sinceridad. “En el grupo nadie defiende a la Argelia francesa”, apunta el narrador. Y se evoca la explotación de in- dígenas, la acción de los paramilitares o las masacres de civiles del Frente de Li- beración Nacional. No obstante, también se señala cómo precisamente los colonos trajeron  colegios,"
"car reteras  y hos - pitales .  “ ¿ Y  q u é h a b é i s h e c h o c o n vuestra  indepen - dencia?” ,  l a n z a n los compañeros de ruta de Belkaïd, po- niendo en eviden- cia que Argelia está sucia, descuidada, carece de servicios y n a d i e c u i d a d e los  espac ios  pú - blicos ni del bien común.  El propio a u t o r  a r r e m e t e contra “sus” élites argelinas, corrup- tas e incompeten-"
"tes, que compran una relativa paz social"
"-salpicada de innumerables  protestas y disturbios- gracias a los pingües ingresos"
"derivados de los hidrocarburos."

"Belkaïd y sus compañeros  observan"
"como los obreros chinos trabajan en la construcción de la gran autopista que atraviesa el país de este a oeste, mientras que millones de argelinos se encuentran en paro. Incontables chinos, laboriosos y eficaces, que realizan así sus primeros pinitos como nuevos colonos en el país magrebí. “¿Estará el argelino predeter- minado a ser colonizado?”,  se pregunta el autor. Toda la historia de esta tierra se resume en una sucesión de colonizadores:"
"romano, árabe, español, otomano, francés... En la descripción que Belkaïd hace de su propio pueblo se percibe una cierta pasividad, un fatalismo intrínseco al ser argelino, melancólico y soñador, pero harto conformista. Belkaïd prefiere insistir en la “energía” de la juventud y de las mujeres, estimando que en ellas se encuentra el porvenir. Poco a poco el viaje toca a su fin. Los pieds-noirs jubilados han vuelto entre emoción y des- ilusión, entre la alegría del reencuentro con la tierra de su infancia y la tristeza de verla"
"tan descuidada. Al igual que el autor."
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"Retours en Algérie"
"Editions Carnetsnord, París, 2013"
"ISBN: 9782355360718"
"224 páginas"


"1.- Argel, la ""Ciudad Blanca"""
"""El coche se extirpa por fin del atasco provocado por un control de policía y desemboca sobre la fachada marítima. La bahía está ahí, majestuosa,"
"bañada de una luz resplandeciente. La montaña a la cual se agarra la Ciudad Blanca parece flotar debajo de una gran alfombra de mármol azul."
"Se desprende de ella una potencia tranquila, indiferente al hormigueo de hombres y máquinas. Tengo un nudo en la garganta y el corazón me bate apresurado. ¿Qué puedo decir? Es la primera vez que vuelvo a Argel desde"
"junio de 1995""."

"2.- Un viaje arriesgado"
"""Estos viajes del recuerdo se hacen en ocasiones contra el consejo del resto de la familia. En el grupo que me acompaña algunos me han confesado haber ocultado el viaje"
"a su entorno o haber escondido su destino verdadero. Otros debían aportar noticias todas las noches a"
"una familia inquieta, que juzgaba este desplazamiento inconsecuente. '¿Has hecho tu testamento?' '¿Tú quieres que te degüellen o qué?' '¿No vengas luego"
"a quejarte si te secuestran?' 'A tu edad,"
"¿encuentras esto razonable?' Estas son algunas de las frases narradas por mis"
"compañeros de ruta."""

"3.- El drama de la guerra de"
"independencia"
"""(...) Sé que la guerra de Argelia fue también la de familias francesas,"
"a menudo humildes, pobres, que la insurrección de mi pueblo ha enlutado, mientras Francia estaba borracha de la sociedad de consumo. También sé que decenas de miles de los llamados a filas no habían pedido nada a nadie y que pagaron este conflicto con la muerte de su alma y"
"su cuerpo. Una dura vuelta al país que fue el suyo ya que nadie, o casi, quería"
"saber lo que había vivido y soportado""."

"4.- País rico, población pobre"
"""Millones de jóvenes argelinos están desempleados, con sus talentos sin explotar, acechando el límite de la vejez. ¿Podrán casarse? ¿Tendrán"
"hijos? ¿Quién pagará sus jubilaciones? Es un hecho, Argelia desperdicia sus fuerzas vivas, las incita a abandonar"
"el país, a embarcar en cáscaras de nuez o a soñar con un visado. Es incomprensible y exasperante, ya que todos los ingredientes del boom"
"económico, el que puede dar empleos a la mayoría, están ahí. El país"
"tiene agua, tierras agrícolas, brazos, cerebros, energía barata, dinero e incluso una diáspora consecuente que podría invertir. Y no obstante, el país permanece anquilosado en las profundidades del ranking mundial del índice de desarrollo humano. Un"
"país rico con una población pobre."""

"5.- Recogimiento en el"
"monasterio de Tibhrine"
"""Ni un sólo ruido. Incluso el piar de"
"los pájaros parece haberse suspendido de repente, o quizás es el zumbido de mis orejas el que me impide oír a la naturaleza que se manifiesta siempre"
"en los cementerios. Estamos en los bajos del monasterio de Tibhrine, unos cien kilómetros al sudoeste de Argel, en pleno corazón de las montañas de Medea."
"Es un pequeño claro donde flotan los olores a pino, mora, salvia y menta silvestre. Nos recogemos, con un nudo en la garganta y el pecho palpitante, ante siete tumbas, cada una de ellas con un"
"pequeño bloque de mármol blanco."""
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"ENTREVISTA AKRAM BELKAÏD"
"“Argelia es un país que sufre, con muchos problemas, pero donde la energía de la juventud es impresionante”"

> ¿En qué circunstancias dejó usted su país y cómo ha sido la vuelta?
Tuve que dejar Argelia en junio de 1995 porque la situación era insostenible. Como
periodista es inútil recordar el día a día de la prensa en aquel entonces, y el de los argelinos
en general. Mi primer retorno fue en 2009. Desde entonces ha habido una sucesión
de estancias, más o menos cortas, hasta el viaje del que doy cuenta en el libro. Y cada
vez los mismos sentimientos mitigados. La alegría del reencuentro con mi país natal y
la tristeza, y la cólera, de ver que nada cambia, o casi.

> ¿Qué trata de plasmar en Retours en Algérie?
Es un libro que habla de varios retornos. El mío, por supuesto, pero también el de
otros franceses, antiguos repatriados del contingente de pied-noirs, sus hijos, o gente
que trabajó en Argelia hasta la proclamación de su independencia, en 1962. Retours
en Algérie cuenta de un modo un tanto particular la Argelia de hoy en día, a través de
mi prisma, pero también a través de las preguntas y comentarios pertinentes de todos
los que participaron en este viaje.

> ¿Fue la visita a Tibhrine, donde varios monjes fueron violentamente asesinados
por las huestes islamistas, un momento importante de la peregrinación?
Sí. Fue un gran momento, intenso y emotivo. La suerte terrible de estos monjes ha
traumatizado a muchos argelinos. Y aún hoy es motivo de discordia, de rumores e incluso
de enfrentamientos ideológicos. Yo por mi parte tenía especial interés en acudir
y homenajear modestamente a estos hombres que compartieron la terrible suerte de
miles de argelinos. En el libro también cuento la emoción vivida por muchos de los
componentes de la expedición ante sus tumbas.

> ¿Cómo definiría su obra? ¿Es una guía de viajes, un manifiesto político para el
cambio en Argelia, una suerte de monografía catártica con un fin terapéutico?
Es un cuaderno de viaje, sin más. En este cuaderno plasmo lo que pienso en el momento
preciso en que transcurren las cosas. Es una descripción de la Argelia de hoy en
día, de lo que me inspira el actual estado de cosas, de las reminiscencias que provoca
el contacto con el país que un día tuve que dejar, el país de mi infancia. En definitiva
un país con muchos problemas, que sufre, pero donde la energía de la juventud es
impresionante. !
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